comer en Cabo de Gata (Almería)

arroz mar y tierra en La Sal de Las Negras
Al principio el Cabo de Gata era una excusa para conocer algo distinto, una suerte de entorno volcánico con playas salvajes espectaculares y kilómetros de costas interminables. 

Según www.degata.com, el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar es el espacio protegido marítimo-terrestre de mayor superficie y relevancia ecológica de todo el Mar Mediterráneo Occidental europeo. Con una de las franjas costeras de mayor belleza y riqueza ecológica del Mediterráneo occidental y una extensión de 38.000 has, a las que hay que sumar una franja marina de una milla de anchura (12.000 has), el Parque Natural de Cabo de Gata se ha convertido en una de las joyas naturales para el turismo de Almería, Andalucia y de toda España.

Los pueblos que comprenden el cabo son demasiado bonitos para dejar de visitarlos, especialmente, por la poca distancia que hay entre uno y otro.



el mirador de La Isleta


En mi opinión, La Isleta del Moro tiene algo especial, pueblo pesquero con una playa muy recogida que tiene un agua insuperablemente cristalina. 

Las Negras tiene mucho ambiente en un mini paseo marítimo donde los días de bullicio se tapea y se baila simultáneamente. San José es la ciudad, puedes quedarte en el pueblo dando un paseo, pero lo más interesante está a las afueras, las playas de Monsul y Genoveses así como la ruta de la Vela Blanca. 

Si os gusta caminar, es imprescindible hacer al ruta de la Majada Redonda que te lleva a una caldera, antiguamente un volcán, que se inicia en el pueblo de las Presillas Bajas. 

Rodalquilar es el pueblo de interior en este conjunto tan singular, es muy emocionante ver las antiguas minas, el Jardín Botánico y el pueblo encalado tan bien conservado por sus habitantes. 

Sin desmerecer Níjar, precioso emplazamiento con una atalaya, y colección de vajillas de loza con taller propio de alfarería. 

Un tinte literario es el Cortijo del Fraile en dirección a Campohermoso (la zona de los plásticos que no está dentro del parque), donde supuestamente está basada Bodas de Sangre de Lorca.
La playa de La Isleta

Lo que más me estremece cuando llego allí, es el cambio de rasante antes de llegar al mirador de la Amatista, donde se descubre la inmensidad del océano. Es indescriptible esa sensación.


Respecto a la comida, realmente se come bien en cualquier sitio, pero quizá sería interesante remarcar tres sitios que se deberían probar. Todos tienen un denominador común pescado fresco y arroces buenísimos, el de la foto es un arroz mar y tierra de La Sal. Los tres son más restaurantes con buenas vistas, bien ubicados y trato agradable. Yo los he probado los tres y son muy buena opción si quieres dejar el tema caña y tapa. 


4 nudos (San José). Está en el puerto de San José, muy buen servicio, se puede reservar en la terraza o en el restaurante que es el C.N. San José. Pescado fresquísimo y arroces muy buenos, el nuestro era el clásico de bogavante. El aperitivo de pasta brick con gamba y puerro estaba delicioso. Muy buen precio. 

La Ola (La Isleta)
. La primera vez que fue era un sitio más pequeño, aunque ahora es un clásico, se ha corrido la voz y es parada obligatoria en el Cabo. Tienen una carta extensísima, nosotros comimos atún, chopitos y un tomate aliñado. Buen precio y buena gente con vistas al mar. 


La Sal (Las Negras). Una sorpresa en Las Negras, tiene dos plantas, reservad en la terraza que tiene vistas maravillosas a la playa. El servicio muy amable y eficiente. Fuimos dos veces, tomamos arroz negro y arroz mar y tierra, de entrante la ensalada de pulpo a la brasa y las almejas en salsa verde, riquísimas. Todo un descubrimiento. 

Espero que os sirva de ayuda en vuestro viaje.

pasta larga (espagueti) con lata de berberechos

La pasta con berberechos se la vi hacer a mi amiga italiana hace muchos años. Me dejó estupefacta, porque yo estaba acostumbrada, como la mayoría de casas españolas a comer macarrones con tomate frito y chorizo, que en algunos restaurantes llaman macarrones a la española ¿?

Es un plato simple que no por ello entraña complejidad.

Ya sabéis que nuestros vecinos italianos tienen mucha técnica en todo lo que tenga que ver con la pasta, y parece que en España somos reacios a practicarla.

Ellos comen pasta tres o cuatro veces a la semana, por eso es importante que sea al dente, una vez que se pase engorda mucho más. Además como textura está mucho más rica, acoge mejor el sabor y por supuesto, es un plato inmediato que no debe dejarse para el día siguiente, congelarse o ser recalentado.

He utilizado pasta larga porque me gusta más para una salsa ligera y líquida como ésta.

Para dos personas:

200 gramos de espagueti/tallarines muy finos (utilizo marca italiana como Barilla o D’Agnesi)

1 lata de conserva de berberechos

1 cebolleta

Un par de ajos

Medio vaso de vino blanco

AOVE

Sal

Lo primero que vamos a hacer es la salsa, pelamos los ajos y cortamos en juliana la cebolleta. En una sarten honda lo freímos a fuego lento para que se poche, después se echa el vino blanco y el caldito de los berberechos, éstos no se añaden todavía, se reservan. Dejamos cocer a fuego medio para que adquiera sabor la salsa.

Mientras cocemos la pasta el tiempo que diga las indicaciones del producto, en este caso al ser muy fino de 3 a 5 minutos.

Añadimos la pasta poco a poco con una cuchara, eliminando el agua, a la sartén de la salsa, añadimos un poquito de perejil y los berberechos. 

Removemos durante tres minutos. Echamos un poquito de sal y listo!


A comer!