Esta receta
está basada en el solomillo Wellington (compuesto por una pieza de solomillo de
buey o de ternera, foie gras, salsa de champiñones y cebolla, hojaldre y jamón)
De todos esos
ingredientes, utilizo unos pocos, y la forma de presentarlo también es
diferente porque se hace de forma individual gracias al uso de la
masa de empanadilla (el tamaño más grande de La Cocinera).
Para cuatro
personas:
1 solomillo
ibérico de cerdo de 1kg aprox
1 lata de
foie de pato
1 cebolleta
grande
1 huevo
1/2 vaso de
vino blanco
1 cucharada de
AOV (aceite de oliva virgen)
Se corta en
trocitos pequeños la cebolla, sólo lo blanco y se pocha en una sartén a fuego
lento. Después se añade el vino blanco hasta que se evapore. Si quieres
caramelizarla puedes echarle una cucharita de azúcar moreno.
Por otro lado,
se corta con cuchillo la grasa del solomillo, y se corta en filetes
de un centímetro la parte completa. Se colocan en una tabla o superficie plana
y se salpimentan. Cuando la sartén esté caliente, fuego medio, se echa un poco
de AOV para que no se peguen, se doran y se dejan en un plato.
Abrimos el
paquete de obleas de empanadillas que, previamente han estado 10 minutos a
temperatura ambiente, para poder moldearse mejor. Sobre la encimera, ponemos
papel de horno que usaremos en la bandeja del horno posteriormente y colocamos
las 8 obleas, en el paquete vienen 16. Encima de la oblea colocamos dos
filetitos y algún trocito de solomillo de más que no sea tan bonito, una bola
de foie y una cucharada de cebolleta. Cubrimos con la segunda oblea y
cerramos haciendo un movimiento de presión con los dedos índice y pulgar. Así https://www.youtube.com/watch?v=BS_oxCbcMz8
Cuando esté
cerrada, con una brocha de silicona, cubrimos con huevo para que se dore en el
horno, que pondremos a 170 grados y dejaremos 10 minutos. Me gustan que queden
crujientes pero de aspecto palido. ¿No pensáis que es un plato muy resultón
para cenas con amigos?
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