Este nuevo capítulo del blog está dedicado a bares de
Madrid que tienen algo especial. Casa Julio está en el Barrio de Malasaña en la
Calle Madera, yo lo conocí hace muy poco, este bar se hizo famoso porque U2 lo
alquiló una tarde ya que a Bono le gustaron sus croquetas. Es un sitio muy
auténtico, con solera que no ha perdido la sencillez de las tascas de siempre.
Se pueden tomar cañas bien tiradas y vinitos (aunque no tienen una carta muy
extensa) ya que su especialidad son las croquetas variadas que os pongo en la
foto (jamón, queso azul y espinacas con gorgonzola y pasas). Si no os gusta la
variedad podéis pedir sólo de un tipo. También pedimos media ración de
albóndigas que me recordaban al guiso de mi madre cuando era pequeña.
Ríquísimas, jugosas y con salsita para mojar el pan. Un buen momento para
compartir con amigos.
BRICK DE MANITAS DE CORDERO CON QUESO
Con la Navidad
se puede comprar en el supermercado todo tipo de casquería del cordero gracias
a la demanda que hay en esta época. No siempre pero no está demás probar
algunos de estos alimentos para conocer las texturas y sabores. Los reyes por
antonomasia son los callos pero hay otras muchas cosas como por ejemplo las
manitas de cordero. Éstas se venden ya limpias y sólo hay que quitarles la piel
en aquéllas que veamos que no están del todo limpias.
Para 2
personas.
8 manitas de
cordero
4 obleas de
brick
4 lonchas de
queso semi curado
Se lavan y se
cuecen en la olla exprés durante 45 minutos. Tienen que estar muy blanditas
cuando las saquemos de la olla. Las deshuesamos y las hacemos trocitos
pequeños. Se divide en 4 raciones para rellenar 4 obleas de brick. Se extiende
y se añade el relleno, junto con la loncha de queso, para que quede repartido
yo pongo media loncha debajo y encima del relleno, como una especie de sandwich
para que al freir quede jugoso por los dos lados, se enrolla como un rollito
pero antes de dar la última vuelta se unen los dos lados (dereho e izquierdo) y
se vuelve a enrollar para que quede como un paquete cerrado.
Se frien los
rollitos en una sartén con aceite bien caliente y se ponen en un plato con
papel absorbente de cocina.
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